La pasada cumbre de Cancún sobre el Cambio Climático, fue testigo de una de las posiciones mas férreas y tenaces, para que no se llegara a ningún acuerdo, sobre acciones en conjunto, que con urgencia se requieren realizar, para disminuir las perturbaciones que la raza humana le hace a la atmósfera. Nunca, alguna delegación había sido tan visiblemente activa, como la de Japón. Sus tácticas dilatorias perturbaron hasta el final, y ayudaron “muchísimo” a que una vez más no hubiera consenso para una sabia acción en defensa del planeta. Conducta reiterativa, en las distintas Cumbres realizadas en el pasado. LEER MAS...
Esta orientación de los Nipones, se sustenta en la versión casi oficial de su comunidad científica vinculada a las elites gubernamentales, quienes manejan la tesis que rechaza que el cambio climático se deba a la acción de los humanos; y argumentan para ello, que los datos de medidas de temperatura que se usan para apoyar el planteamiento del calentamiento global son llamativamente escasos y apunta, además, que la tendencia de la Tierra a calentarse registrada en la segunda mitad del S XX ya ha terminado. Así mismo, ridiculizan el “show” de los ambientalistas que señalan a los gases de efecto invernadero originado por la acción humana como culpables de las modificaciones en el clima.
Para el gobierno japonés, simplemente el calentamiento global es "una hipótesis improbable". Califican de extremadamente inmaduros los modelos climáticos que se utilizan en las catastróficas predicciones que auguran notables aumentos de la temperatura global o el deshielo de Groenlandia o la Antártida. Y no dudan, en comparar a la ciencia climática con la "astrología antigua" o también la llaman “la neo astrología”. El argumento en Cancún, era que ellos estaban convencidos que "no habrá gran desastre". Que algunos científicos y ambientalistas de Occidente han utilizado datos históricos para desmentir que las temperaturas actuales puedan ser consideradas una anormalidad histórica. Y supuestamente están dando el rango de hechos a lo que no son más que hipótesis científicas por demostrar. Así mismo, reiteran, que no es tan cierto que seremos testigos de grandes catástrofes en los distintos continentes.
Y casi al unisonó, los japoneses, expresan la posición que: "Antes de que muchos se den cuenta estas hipótesis (las del Cambio Climático) serán sustituidas por la verdad", por lo tanto "hay que descartar las opiniones que defienden que aparecerán nuevas contingencias en el planeta". Por cierto, una verdad científica que solo ellos conocen.
En esa misma óptica, “de su muy conveniente plus ciencia”, el gobierno japonés defiende la indiscriminada caza de ballenas, bajo el argumento que esto se hace para estudios “científicos”. Un estudio científico (que nunca termina) y que soporta la matanza de cientos de estos indefensos animales anualmente, con sus barcos balleneros.
Hoy Japón, vive, las consecuencias del quinto sismo más intenso que ha ocurrido hasta ahora en el mundo de la era de Cristo. Y más de 150 sismos menores y simultáneos, de réplica, que los perturba. Una devastación, que pasaran años para calcular bien sus consecuencias.
Quizás ya es el tiempo, de que el gobierno nipón, sus científicos y diplomáticos, comiencen a mirar hacia lo que ellos han llamado la “astrología antigua”. Y consideren trabajar con el resto de los países y comunidades que desean, frenar los desmanes del Club de los países contaminantes.
Por Lenin Cardozo
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