Manuel Baquedano: Presidente del Instituto de Ecología Política
Luego de décadas de lucha por constituir un movimiento medioambiental en Chile, país cuyo modelo de desarrollo está centrado en la explotación de los recursos naturales y en el que ha existido poca claridad en definir los límites de desarrollo y protección del medio ambiente, comprobamos hoy que nuestras luchas como movimiento ambiental han tocado techo. Tenemos confianza en nuestras fortalezas, en denunciar hechos que hacen peligrar nuestro medio ambiente, somos capaces de organizar a la sociedad y proponer soluciones, pero debemos reconocer que nuestro movimiento, pese al arduo trabajo de personas plenamente comprometidas con la causa ambiental, presenta serias limitaciones políticas, lo que lo ha llevado a tener cero incidencia en la formulación de las políticas en torno al tema, que son aprobadas por el Congreso y promulgadas por el Presidente de la República. LEER MAS...
Al igual que en grandes países del mundo, en Chile hay espacio para constituir un partido verde, un partido ecologista, centrado en una visión de los problemas y particularmente en la protección de nuestro medio ambiente. Un partido ecologista no eludirá hablar sobre temas como los derechos humanos, la distribución del ingreso, la política de defensa no armada, la igualdad de oportunidades para todos los chilenos. Es decir, una alternativa de política verde y sustentable que se manifieste en forma clara y precisa en temas que son propios de nuestra sociedad. Al ciudadano que vota, lo aquejan dichas problemáticas sociales. Como ya ha ocurrido en otras partes del mundo, Chile necesita convertirse en un país cuyo eje sea la sustentabilidad y promover valores como la igualdad, la democracia y la justicia. Acrecentar la participación ciudadana a nivel local para dar vida a leyes representativas de la sociedad.
La historia nos ha demostrado experiencias muy exitosas como las de los verdes de Alemania, Francia, Bélgica y, recientemente, en el Gobierno de Lula da Silva en Brasil. En general, los verdes son una fuerza emergente, que cada día crece y está presente en cerca de 100 países. Por lo tanto, esta iniciativa chilena llega en momentos en que no basta sólo con protestar y llamar la atención de las autoridades. Ahora se necesita incidir en las políticas ambientales de forma directa para evitar la segura destrucción ambiental, hacia la que enfila el país si continúa amparándose en este modelo económico, el de la insustentabilidad.
Un partido ecologista es uno de los elementos que esperamos concretar en un proceso de globalización que no es sólo económico sino político. El movimiento ambiental chileno, con una marcada madurez, puede ocupar un espacio en el plano político nacional y consolidar una fuerza verde. En general, en un mundo donde las luchas ambientales son cada vez más recurrentes, se requiere una fuerza política verde coordinada, como ha ocurrido en otros sitios del mundo. Habrá un período donde los chilenos deben internalizar los objetivos de esta nueva alternativa, para comprender que los cambios en política ambiental deben provenir desde la ciudadanía organizada. Estas transformaciones, por lo tanto, necesitan de los movimientos ambientales para lograr una referencia política fuerte.
0 comentarios