Gente loca y fanática hay en toda partes del mundo. Pero el hecho de ser una persona obsesionada con ciertas no da derecho a desquitarse con los animales. Como el caso de Miriam Smith, de 65 años, que ahorcó y luego quemó al perro de su sobrino porque le había mordido su biblia. Su argumento fue que “era un perro del diablo” y podía hacerle daño a los niños del barrio.
Luego de ver que el perro había mordido su biblia, lo amarró del cuello con un cable eléctrico y lo colgó de un árbol. Como no le bastó con eso, después le prendió fuego y trató de esconder sus cenizas debajo de unas plantas.
La mujer de Carolina del Sur, Estados Unidos, arriesga una sentencia de entre 180 días y cinco años de prisión por su acto. Hoy se encuentra detenida en la cárcel del Condado de Spartanburg esperando su juicio.
Fuente: Informe 21
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