El agua (del latín aqua) es una sustancia cuya molécula está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O). Es esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida. El término agua, generalmente, se refiere a la sustancia en su estado líquido, pero la misma puede hallarse en su forma sólida llamada hielo y en forma gaseosa denominada vapor. El agua cubre el 71% de la superficie de la corteza terrestre. LEER MAS...
Se localiza principalmente en los océanos donde se concentra el 96,5% del agua total, los glaciares y casquetes polares poseen el 1,74%, los depósitos subterráneos (acuíferos), los permafrost y los glaciares continentales suponen el 1,72% y el restante 0,04% se reparte en orden decreciente entre lagos, humedad del suelo, atmósfera, embalses, ríos y seres vivos.
La mayor parte del agua se destina a la agricultura, y es utilizada para irrigar los cultivos. La relación directa entre recursos hídricos y producción de alimentos es crítica por tanto para una población humana en constante crecimiento. La irrigación absorbe hasta el 90% de los recursos hídricos de algunos países en desarrollo. La agricultura es un sistema de producción tan antiguo que se ha sabido adaptar a los diferentes regímenes hídricos de cada país: Así, en zonas donde se den abundantes precipitaciones suelen realizarse cultivos de regadío, mientras que en zonas más secas son comunes los cultivos de secano. Más recientemente, y en entornos más adversos como el desierto, se ha experimentado con nuevas formas de cultivo centradas en minimizar el consumo de agua.
El agua brota como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI ya que se espera que en el año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para la vida humana será un 56% superior que el suministro... y quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado. Se calcula que para los 6.250 millones de habitantes a los que hemos llegado se necesitaría ya un 20% más de agua. La pugna es entre quienes creen que el agua debe ser considerada un bien comerciable (como el trigo y el café) y quienes expresan que es un bien social relacionado con el derecho a la vida. Los alcances de la soberanía nacional y las herramientas legales son también parte de este combate.
Para comprender el problema, hay que considerar un rosario de datos basados en la extracción, distribución y consumo del agua - lo muestran la Biblia o el Corán- que poseen la edad del mundo; que han dado lugar a conflictos de gran magnitud. Lo nuevo del caso es que, desde hace una década, se acumulan las cifras que presagian que el planeta se encamina a una escasez cada vez más marcada.
El problema es que el agua es un recurso que se da por sentado en muchos lugares, y sin embargo, es muy escaso para los 1.100 millones de personas que carecen de acceso al agua potable, a las que habría que sumar otros 2.400 millones de personas que no tienen acceso a un saneamiento adecuado.
Más de 2.200 millones de habitantes de los países subdesarrollados, la mayoría niños, mueren todos los años de enfermedades asociadas con la falta de agua potable, saneamiento adecuado e higiene. Además, casi la mitad de los habitantes de los países en desarrollo sufren enfermedades provocadas, directa o indirectamente, por el consumo de agua o alimentos contaminados, o por los organismos causantes de enfermedades que se desarrollan en el agua. Con suministros suficientes de agua potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas enfermedades y la muerte podrían reducirse hasta un 75 por ciento.
El principal consumidor de agua del planeta es el sector agrícola el cual consume más del 70% del agua dulce utilizada en el mundo pues sin ella no habría agricultura. Muchos de los sistemas de riego funcionan de manera ineficiente, por lo que se pierde aproximadamente más del 50 por ciento del agua que se extrae, que se evapora o vuelve al cauce de los ríos o a los acuíferos subterráneos. Los métodos de riego ineficiente entraña sus propios riesgos para la salud: el anegamiento de algunas zonas de Asia Meridional es el determinante fundamental de la transmisión de la malaria, situación que se reitera en muchas otras partes del mundo.
Casi la mitad del agua de los sistemas de suministro de agua potable de los países subdesarrollados se pierde por filtraciones, malas conexiones, conexiones ilícitas y vandalismo. A medida que la población crece y aumentan los ingresos se necesita más agua, que se transforma en un elemento esencial para el desarrollo.
Existen lugares donde agricultores con visión de futuro, posibilidades económicas y apoyo gubernamental, han sustituido el riego por inundación por sistemas de micro aspersores, han nivelado sus campos con láser y han instalado medidores de la humedad del suelo para ajustar los horarios de riego.
Por desgracia, los agricultores de países mas pobres carecen de incentivos para instalar sistemas de regadío eficientes pero caros, ya que no poseen las facilidades económicas ni de apoyo gubernamental para llevar adelante diferentes proyectos que podrían ayudar a un ahorro sustancial del agua para la agricultura.
Pero lo que si es real es la escasez de este liquido, por tanto se deben encontrar formas de producir más alimentos con una cantidad proporcionalmente menor de agua. A mi parecer, creo que podríamos encontrar nuevos suministros, mediante desalinización, reciclaje o captación y filtrado de la lluvia que cae y realizar análisis para redistribuir el derecho al uso del agua entre la agricultura, la industria y la ciudad. Podemos reducir la demanda con medidas que estimulen el ahorro y la eficiencia, con tasas que penalicen a los derrochadores y con una mejor gestión. Claro esta, esto pudiera hacerse en una parte del mundo pero ¿y el resto del mundo? en los lugares castigados por la pobreza, el problema suele ser la falta de infraestructuras: pozos, tuberías, control de la contaminación y sistemas para purificar el agua, y otras alternativas pero sobre todo los gobiernos deben apoyar y tomar parte en esta lucha tan importante para todos los países.
Debemos tener en cuenta por ejemplo que para el 2030 se espera que haya alrededor de 8100 millones de personas en el Mundo por tanto la demanda para el sector agrícola aumentara en mas de un 13 % y en consecuencia habrá una mayor demanda también en el sector industrial y urbano. Esto son retos que deben enfrentar los gobiernos de todos los países del mundo pues no debemos olvidar las afectaciones a que estamos siendo sometidos en estos últimos años por el Cambio Climático y por la mano del hombre.
Hay una escasez muy aguda en países del Cercano Oriente y el Norte de África como también en México, Pakistán, Sudáfrica y vastas regiones de China y la India. El mar interior de Aral, en Asia Central, ya ha perdido la mitad de su extensión. El lago Chad era hace tiempo el sexto lago más grande del mundo, en la actualidad ha perdido casi el 90% de su superficie y esta agonizando. Otro ejemplo es la Amazonia brasileña, esta sufriendo desde el año pasado su peor sequía en 100 años, debido a este fenómeno grandes ríos se encuentran sin agua provocando entre otras cosas el aislamiento de miles de personas que dependen del transporte marítimo, se cree que las sequías del 2005 y del 2010 pudieran convertir a la mayor selva del planeta en una fuente de gases y esto traería graves consecuencias para el clima. El temor de los expertos es que ambos fenómenos extremos -sequía y lluvias torrenciales- puedan dañar definitivamente a la selva sudamericana.
Otro factor que también disminuye la adquisición de agua y que debemos destacar es la contaminación de las mismas por parte de la mano del hombre o por otros factores en lagos, ríos o mares y sus consecuencias son gravísimas tales como: desaparición de vida marina y destrucción de ecosistemas acuáticos, debido a la extrema toxicidad de los deshechos industriales. Generación enfermedades en la población humana, como hepatitis, cólera y disentería (esto lo apreciamos en Haití). Efectos nocivos en el desarrollo de las especies en base a la debilitación de su sistema inmunológico, su mal prospecto de supervivencia y las dificultades en reproducción, además de enfermedades mortales como cáncer. Filtraciones subterráneas desde basurales o desechos tóxicos enterrados, contaminación en agua de dulce de consumo humano imposibilitando su utilización, por ende disminución en las actividades de recreo, la producción de materia prima alimenticia, etc.
Los ríos constituyen la principal fuente de abastecimiento de agua potable de las poblaciones humanas. Su contaminación limita la disponibilidad de este recurso imprescindible para la vida. Otro factor contaminador no solo del agua y de graves consecuencias son las guerras, las mismas contaminan las aguas sanitarias por roturas de las redes de alcantarillado, destruye los depósitos de agua, lo cual ocasiona problemas higiénico-sanitarios y acentúa las epidemias, contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, dulces y salobres. Casi todas estas dolencias serían evitadas si el agua fuera tratada. Pero hay que señalar que es necesaria y fundamental una explotación cada vez más sabia y racional en todo el planeta de los recursos hídricos, unidos podemos luchar por un mejor saneamiento y aprovechamiento de ese vital elemento para afrontar la escasez. Además como dato curioso solo en las guerras de Irak, Afganistán y Pakistán los EE.UU. han gastado mas de 4,4 billones de dólares que pudieran invertirse en gastos para ayudar a la humanidad y no para matar y causar desgracias y calamidades y afectar al Medio Ambiente en que vivimos.
Recordemos que la
Biodiversidad es reconocida como el más importante patrimonio humano, conservar la biodiversidad no es solo proteger la vida silvestre, sino preservar los sistemas naturales que garantizan la vida: purificar el agua; reciclar el oxígeno y otros elementos esenciales; mantener la fertilidad del suelo; disponer de alimentos y medicinas, y salvaguardar la riqueza genética de todas las especies. Su pérdida equivale a la pérdida de nuestra calidad de vida como especie, y en caso extremo, a nuestra propia extinción. No cuidarla conlleva a muchos desastres naturales y que el Cambio Climático nos castigue más y lo vemos en los últimos tiempos. Haití y Japón dos países totalmente diferentes en su economía pero están pasando por lo mismo, es decir, no hay diferencias entre ricos y pobres al respecto pero siempre los pobres sufren más por la falta de recursos y medios. Es hora de que nos unamos para ayudarnos y la humanidad salga adelante en estos momentos tan difíciles en que vivimos. Si se quiere salvar al Mundo debemos empezar por una distribución mas equitativa de los recursos y daremos un gran paso hacia la conservación de nuestra especie: La Humana.
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