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Si hay algo positivo que tuvo la vorágine desatada por la polémica aprobación de Hidroaysén , fue la entrada en escena y posicionamiento en la agenda pública de la necesidad de adoptar medidas de toda naturaleza para incrementar la participación de las ERNC en la matriz energética chilena. Y cono toda vorágine que se respete como tal, para ser realidad requiere que se abra la caja de Pandora.Y quizá lo más significativo que reveló fue la alta concentración de la oferta en tres generadoras, que además son las que poseen la casi totalidad de los derechos de agua. LEER MAS...

Frente a la creciente disputa por los altos precios de la energía –que para los grandes clientes en mayo subieron 10% acumulando un alza de 70% en doce meses–, actores emergentes del sector generación recordaron que en el artículo 19 de la Constitución Política, relativo a los derechos, se establece que “las aguas son bienes nacionales de uso público, cualquiera sea el estado en que se encuentren, el lugar en que estén depositadas o el curso que sigan, incluidos los glaciares”. Sin embargo, enfatizan que la realidad de hoy no es así, y destacan que existe una elevada concentración de la propiedad de los derechos no consuntivos del agua (que se usa y se devuelve al cauce luego generar), lo que no permitiría un ingreso relevante de nuevas empresas al sector, restringiendo la competencia.
Según datos de Chile Sustentable, Endesa poseería el 83,4% (sumando a Pehuenche) del total de los derechos no consuntivos, mientras que CGE un 4,8% y AES Gener un 4,16%, sumando sólo entre las tres un 92,4%.Con este escenario, los pequeños generadores afirman que –en parte– se ha dado una alta concentración en la generación eléctrica. Según datos de la consultora Systep, en el período mayo 2010-abril 2011, Endesa más Pehuenche concentraron un 40% de la generación. En un segundo lugar, se encuentra AES Gener, con un 29% (sumando el 11% de Guacolda), y Colbún, con un 22%. Con esto, dichos conglomerados concentraron un 91% del total generado en el SIC.

El senador Antonio Horvath, señala que “es necesario modificar la ley para hacer un ajuste en los contratos, lo que permita potenciar a las energías renovables”. Además, cree “que los clientes como la gran minería, deben acogerse al compromiso 20/20 (20% de ERNC al 2020)”. Pero es primordial, según el parlamentario, “extraer las trabas burocráticas del sistema, así como los permisos de construcción, derechos de agua, los Estudios de Impacto Ambiental que demoran cinco años, lo que es muy engorroso”.

En ese punto, los grandes generadores –agrupados en su nueva asociación– afirman que las grandes demoras en la tramitación ambiental es lo que está dificultando el ingreso de nuevos actores al sistema, destacando que los últimos años los tiempos se han cuadruplicado.
Y para bajar los costos del sistema, el presidente de Acera, Alfredo Solar, sostiene que “el gobierno podría motivar una mayor penetración de las ERNC con una regulación adecuada, que facilite el financiamiento de estos proyectos. Hay miles de MW de proyectos de energías renovables aprobados que se podrían hacer en plazos muy razonables”.

Por su parte, el director de la DGA, Matías Desmadryl, sostiene que “el Código de Aguas contempla normas que incentivan la competencia, pues si dos personas piden derechos por las mismas aguas, nosotros deberemos rematar ese derecho. Asimismo, la patente por no uso, es otro elemento que incentiva la competencia entre titulares, pues quien tiene derechos de agua y nos los usa, debe pagar grandes sumas de dinero al fisco, lo que incentiva la venta de derechos de agua de aquellas personas que no los usan. En línea con ello, presentaremos un proyecto de ley para mejorar la fiscalización, el perfeccionamiento de los títulos y el acceso a la información”.