"No tenemos universidad estatal, no hay grandes parques, la infraestructura es nula en nuestra ciudad. Yo diría que el centralismo nos asfixia", sostuvo el alcalde de Calama, Esteban Velásquez., quien encabezó las manifestaciones ciudadanas.
Los habitantes de de Calama paralizaron este miércoles sus actividades, en protesta por un supuesto abandono por parte del Gobierno central y en demanda de la reinversión en la zona de parte de los beneficios del cobre. LEER MAS...
“La ciudad hoy día está totalmente paralizada. El 80 % del comercio, el 60 % de los servicios públicos y el 100 % del transporte público están parados”, informó Miguel Ballesteros, asesor de comunicaciones de la Municipalidad de Calama.También los colegios y los consultorios de la ciudad se han visto afectados, añadió.
Además, unos 7.000 vecinos, según Ballesteros, participaron en la mañana de este miércoles en una manifestación que estuvo encabezada por el alcalde de Calama, Esteban Velásquez, y convocada bajo el lema “Producimos cobre, seguimos pobres“.
En declaraciones a Radio Cooperativa, Velásquez, que no milita en ningún partido político, señaló hoy que “este es un primer paro de advertencia”.
“No tenemos universidad estatal, no hay grandes parques, la infraestructura es nula en nuestra ciudad. Yo diría que el centralismo nos asfixia”, denunció.
En respaldo a este paro, según Ballesteros, “los camiones de los gremios transportistas no están trabajando, y la empresa ha tenido que trabajar con maquinarias propias, lo cual ha generado algunos trastornos”.
En ese sentido, explicó que la Municipalidad ha propuesto que el 5 % de los beneficios de las mineras de la zona se reinviertan allí.
Según dijo, hace unos días, el propio alcalde habló con el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y éste se comprometió a pronunciarse sobre sus peticiones antes del 30 de julio.
“No tenemos los recursos necesarios para llegar a mínimos estándares para llegar a llamarnos ciudad. Sin embargo, somos el distrito minero que más recursos aporta al erario nacional”, recalcó por su parte el regidor a la citada emisora.
En tanto, en el aeropuerto, ubicado a seis kilómetros de la ciudad, “hasta el momento está todo normal”, indicó un responsable del centro de operaciones.
En enero, otra movilización ciudadana afectó durante dos semanas a Punta Arenas, que paralizó sus actividades en protesta por la intención de una empresa estatal de aumentar un 16,8% el precio del gas, del que esa zona es gran productora y consumidora.
El conflicto finalizó con un acuerdo entre la asamblea ciudadana de Magallanes y el Gobierno para reajustar un 3 % el precio del gas, otorgar subsidios a familiares de clase media y baja y elaborar una tarificación especial para esa zona limítrofe y estratégica de Chile.
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