Sala del Senado respaldó la iniciativa por mayoría y se abrió plazo para realizar indicaciones hasta el próximo 11 de julio. Senado.cl, 07 de junio 2011.
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Por 28 votos a favor y 4 abstenciones el Senado aprobó la idea de legislar del proyecto que obligará a rotular en los alimentos destinados al consumo humano si se emplearon ingredientes genéticamente modificados.
De este modo la iniciativa, en segundo trámite, quedó con plazo para realizar indicaciones hasta el próximo 11 de julio, a las 12 horas. LEER MAS...
En la segunda jornada de debate intervinieron los senadores Ximena Rincón, Carlos Cantero, José Antonio Gómez, Eugenio Tuma, Juan Antonio Coloma, Guido Girardi, Alberto Espina, Alejandro Navarro, Hernán Larraín, Ricardo Lagos Weber, Jaime Quintana y José García Ruminot.Los parlamentarios discutieron sobre la necesidad de regular la producción de vegetales transgénicos en el país ya que existe una situación que calificaron de "Kafkiana" pues: se pueden consumir productos genéticamente modificados, se exportan semillas transgénicas creadas en Chile, pero está prohibido que cultiven en el país.
Asimismo abordaron la conveniencia de suscribir el Convenio internacional sobre obtentores vegetales denominado UPOV '91, ya que mientras algunos parlamentarios insistieron en que afectará a los pequeños y medianos agricultores; otros insistieron en que se trata de uno de los compromisos en materia de tratados de libre comercio en lo relativo a la propiedad intelectual.
TRANSGÉNICOS Y CONVENIO UPOV'91
La senadora Rincón mencionó que "hay un conjunto de iniciativas que están relacionadas y que apuntan al tema de los transgénicos y, tanto es así, que le pedimos al Presidente de la República que decrete una moratoria para la reflexión, el análisis y el debate del UPOV ‘ 91, la ley sobre obtentores vegetales, la ley de transgénicos, la ley de plaguicidas y este proyecto sobre rotulado de transgénicos, donde existen muchas visiones". En lo personal, se mostró partidaria de respaldar la producción orgánica.
Por su parte, el senador Cantero, precisó que "este proyecto pretende la rotulación de aquellos alimentos que tengan sustancias transgénicas" y descartó que afecte el comercio de los mismos. Admitió que existe incertidumbre por la falta de información y estudios científicos ya que "aún no se pueden identificar los efectos que puedan derivarse del consumo de estos productos y los riesgos que pueden acarrear los alimentos transgénicos para la salud humana".
El senador Gómez compartió las aprensiones surgidas durante la discusión del proyecto ya que algunos especialistas han advertido que existe preocupación por la falta de un organismo regulador y fiscalizador de este sistema. Asimismo, mencionó a nivel de redes sociales existe inquietud por la ratificación del Convenio UPOV'91 porque "afectará a nuestros pueblos originarios y a los pequeños agricultores".
Asimismo, el senador Tuma se mostró partidario de "desdramatizar" este tema porque "sus usos pueden ser buenos o malos según la voluntad de quien los aplica". Advirtió que "en este debate el gran ausente es el gobierno de Chile porque muchos han dicho que falta una institucionalidad adecuada y competente". Por ello, llamó al Ejecutivo a reactivar el proyecto que crea una agencia especializada, y que envió el anterior Gobierno.
En tanto, el senador Coloma manifestó su preocupación porque mientras no tengamos definido un criterio sobre la situación de los transgénicos en Chile, este proyecto de rotulado parece extemporáneo. "Yo rotulo lo que no está bien y hay un juicio de valor respecto a los efectos de una acción determinada".
El senador Girardi, afirmó que "la transgenia es la posibilidad de tomar el gen de una especie y pasarla a otra. Una situación que en la naturaleza toma miles de años porque las especies son fronteras y, por eso, la transgenia viola la historia evolutiva". A su juicio, "no es bueno que entremos en esta senda de producción de transgénicos porque no vamos a poder competir con otros países". Por eso pidió mediante oficio al Ministerio de Agricultura que informe sobre los estudios de transgénicos que encargó a destacados científicos chilenos.
El senador Espina respaldó el principio de mayor información al consumidor, pero aclaró que no se debe confundir a la opinión pública sobre los fines del Convenio UPOV'91. "No se trata de proteger a empresas transnacionales. Es un instrumento que Chile suscribió en 1996 en el marco de los tratados de libre comercio y debe existir una ley para proteger a nuestros pequeños y medianos agricultores". Aseguró que Chile debe legislar para proteger las zonas de producción orgánica y permitir tener zonas de producción de transgénicos.
Una opinión distinta tuvo el senador Navarro quien recalcó que "está comprobado que hay cultivos transgénicos que han contaminado siembras convencionales", por eso valoró este proyecto porque significa "un paso adelante". Mencionó que los efectos de estos alimentos transgénicos en las personas solo podrán medirse de generación en generación porque en pocos años no producen efectos visibles. "Y sobre eso no hay estudios suficientes", dijo.
El senador Hernán Larraín es partidario de promover la mayor información y transparencia en todos los ámbitos públicos y políticos. Sin embargo, precisó que "no corresponde asociar la transgenia al UPOV'91", ya que es una obligación que Chile tomó en gobiernos anteriores. Añadió que "tampoco podemos eliminar la posibilidad de tener transgénicos en Chile por una eventual posibilidad de efectos negativos. Si así fuera habría que dejar de producir vino", dijo
APUESTA ORGÁNICA
El senador Lagos Weber dijo defender el principio precautorio para "protegernos de la posible contaminación de transgénicos". Asimismo aseveró que desde el punto de vista económico "la agricultura orgánica nos permitirá un mejor futuro porque la transgenia está siendo cuestionada a nivel mundial". En cuanto al convenio UPOV' 91 pidió al Ejecutivo acelerar la tramitación de otros tratados internacionales que permitirán proteger a los pequeños campesinos.
Compartió estos argumentos su par, el senador Quintana quien mencionó que "por algo países como Argentina, Brasil y Uruguay "no han suscrito el UPOV'91". Advirtió que "las empresas transnacionales como Monsanto ya tienen inscritas variedades vegetales autóctonas y, una vez en régimen este convenio, muchas especies no podrán cultivarse en Chile sino solo en California, dejando al margen prácticas ancestrales de los pueblos originarios, como son, los intercambios de semillas".
Finalmente, el senador García Ruminot lamentó que algunos parlamentarios de la Concertación "traten de desentenderse de la responsabilidad política que tienen sobre el Convenio UPOV'91" y recordó que "este proyecto de acuerdo ingresó a la Cámara de Diputados, el 3 de marzo de 2009, con la firma de la ex Presidenta Bachelet".
Fundacion Terram
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