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Benedicto XVI dio la bienvenida a unos 300 líderes que representan a un arco iris de las religiones a la ciudad colina italiana de Asís para conmemorar el 25 aniversario de una oración por la paz durante todo el día aquí llamado por el Papa Juan Pablo II en 1986 en medio de conflictos de la Guerra Fría. LEER MAS...
Mientras que el caso carecía de poder de las estrellas de 1986 , cuando el Dalai Lama , la Madre Teresa y otros se reunieron para orar, la reunión del jueves la paz incluye algunas novedades que el original no tenía. Los monjes budistas de la parte continental de China estuvieron presentes al igual que cuatro personas que no profesan ninguna fe en absoluto -. parte de los esfuerzos de Benedicto XVI para llegar a los agnósticos y ateos que sin embargo buscan la verdad , pero a diferencia de los 1.986 eventos y sucesivos en 1993 y 2002 , no hubo momento para cualquier tipo de oración comunitaria. Benedicto se había opuesto al evento 1986 y no pudo asistir porque desaprobaba de los miembros de diferentes religiones orando en la presencia de unos a otros.
Como resultado, su edición del 25 aniversario eliminado cualquier olor de sincretismo, o la combinación de diferentes creencias y prácticas . Después de un almuerzo de vegetarianos risotto, ensalada y fruta, los participantes se retiraron a las habitaciones del hotel donde podían orar individualmente o tomar una siesta.
La Benedicto, nacido en Alemania señaló que en los 25 años desde el día de la paz de Juan Pablo II, el muro de Berlín se había derrumbado sin derramar sangre. Sin embargo, dijo que las naciones están todavía llenos de discordia y de que la religión es ahora con frecuencia se utiliza para justificar la violencia.
"Sabemos que el terrorismo es a menudo por motivos religiosos y que el carácter específicamente religioso de los ataques se propone como una justificación de la crueldad que considera imprudente con derecho a desechar las reglas de la moral por el bien de la intención de "bueno", dijo.
Sin embargo, el Papa dijo que estaba mal de la demanda que la fe de desaparecer de la vida diaria para eliminar de alguna manera el mundo de un pretexto religioso para la violencia. Sostuvo que la ausencia de Dios de la vida cotidiana es aún más peligroso, ya que priva a hombres y mujeres de cualquier criterio moral para juzgar sus acciones.
"Los horrores de los campos de concentración revelan con absoluta claridad las consecuencias de la ausencia de Dios", dijo . Benedicto XVI, quien como un joven alemán que fue forzado a unirse a las Juventudes Hitlerianas
católicos tradicionales condenaron el encuentro de Asís - tal como lo hicieron el uno en 1986 - diciendo que era una blasfemia para el Papa a invitar a los líderes de "falsas" las religiones para orar a sus dioses por la paz. La Sociedad de San Pío X, un grupo disidente tradicionalista que Benedicto XVI ha estado trabajando para traer de vuelta al redil de Roma, dijo que sería la celebración de misas 1000 para reparar los daños causados por el evento e instó al Papa que lo utilizan para animar a otros a convertirse al catolicismo.
El Papa no hizo tal cosa. Sin embargo, su eliminación de cualquier tiempo de oración comunitaria - que no sea la gracia al principio y al final del almuerzo - golpeó algunos como excesivo, sobre todo desde imágenes de los anteriores encuentros de Asís se transmitió a los participantes mostrando los diferentes líderes religiosos orando.
"Parece para mí algo extraño ", dijo el rabino David Rosen, un participante de largo plazo en el Vaticano y el diálogo judío en representación del rabinato de Israel .
El tema es delicado para Benedicto XVI, que ha protestado contra el relativismo religioso, o la idea de que no hay verdades absolutas y que todas las religiones son iguales de alguna manera. Como el entonces cardenal Joseph Ratzinger, emitió un polémico documento en 2000 en parte como respuesta al evento Asís 1986 afirmando que la plenitud de los medios de la salvación se encuentra en la Iglesia Católica solo.
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, el jefe de la Comunión Anglicana mundial y uno de los primeros oradores en la reunión de la paz, dijo que los delegados no se habían reunido allí para llegar a un "terreno común mínimo de la fe."
Más bien, dijo, la reunión sería mostrar al mundo que a través de sus distintivo, diferentes religiones ofrecen la sabiduría de aprovechar "en la lucha contra la locura de un mundo sigue obsesionado con el miedo y la sospecha, sigue enamorado de la idea de una seguridad basada en la hostilidad, y todavía es capaz de tolerar o ignorar la pérdida masiva de la vida entre los más pobres a través de guerras y enfermedades. "
Y había un montón de carácter distintivo en la mano. De pie en el altar de Santa María de la basílica de los Ángeles, Wande Abimbola de Nigeria , en representación de la religión tradicional africana Yoruba, cantó y agitó un instrumento de percusión como le dijo a los delegados que la paz sólo puede venir con un mayor respeto de las religiones indígenas.
"Debemos recuerda siempre que nuestra propia religión, junto con las religiones practicadas por los demás, son válidas y precioso a los ojos del Todopoderoso, que creó a todos nosotros con plurales y diferentes formas de sistemas de vida y creencias ", dijo.
reunión del jueves también se incluye el patriarca ecuménico Bartolomé I y los representantes del griego, ruso, serbio y el bielorruso iglesias ortodoxas, así como líderes luteranos, metodistas y bautistas. Varios rabinos se les unieron unos 60 musulmanes, hindúes, una media docena de creyentes y sintoístas, taoístas tres, jainistas y tres zoroástrico.
La presencia de los budistas chinos de Asís fue significativo, dada la reciente entre China y el Vaticano las tensiones sobre los nombramientos de obispos católicos en el país. Venían de Shaolin de Henan templo, famoso por su kung fu en la lucha contra los monjes.
Todos los delegados viajaron juntos a Asís en un tren especial del Papa, que dejó la madrugada del jueves de la estación de tren del Vaticano. A bordo, algunos conocidos reavivó viejos, otros nuevos contactos.
rabino Eric Greenberg, de los EE.UU. Anti-Defamation League tuvo un encuentro casual en el cuarto de baño con Sirivatsa Goswami, un hindú vestido con túnicas de color naranja que luego se le asignó un asiento junto a Greenberg en la etapa de la basílica.
"Se podría decir que nuestro encuentro en el baño fue una coincidencia divina", dijo Greenberg.
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