El 62 por ciento del área deforestada en la Amazonía brasileña, hasta 2008, estaba ocupada por tierras de pasto para ganado. Así lo confirma un estudio del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE) y de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa).
El estudio determinó que hasta el año 2008, 719.000 kilómetros cuadrados (el 17,5 por ciento de la Amazonía brasileña) habían sido deforestados. De estos, 447.000 kilómetros cuadrados estaban siendo utilizados para la cría de ganado, con una densidad media de 1,6 cabezas por hectárea. Por otro lado, 35.000 kilómetros cuadrados (menos del 5 por ciento) estaban dedicados a cultivos agricolas industriales de productos como la soja. El estado de Mato Grosso tenía el porcentaje más alto de tierra forestal convertida a la agricultura a gran escala, un 15 por ciento. LEER MAS...
El estudio llegó a la conclusión de que más del 21 por ciento de la región deforestada estaba o está en fase de regeneración, ya fuera por la recuperación de la vegetación natural o por el establecimiento de plantaciones.Otros usos de la tierra incluían la minería (la mitad ocurre en el estado de Pará), la creación de asentamientos y el crecimiento de áreas urbanas, y las regiones inundadas tras la construcción de presas. Los resultados completos del estudio aún no han sido publicados.
Los hallazgos parecen confirmar que la cría de ganado continúa siendo el motor predominante de la deforestación del bosque húmedo amazónico. En una región donde los precios de la tierra suben con rapidez, la ganadería extensiva se usa como vehículo para la especulación, algo que generalmente es ilegal.
El terreno arbolado tiene muy poco valor; una vez transformado en pastizales, no obstante, puede ser utilizado para la cría de ganado o puede ser vendido a empresas dedicadas a la agricultura industrial. Los ranchos en particular se han convertido en un negocio multimillonario, que abastece a los mercados locales de carne y a los internacionales de productos de cuero.
Desde 2009, los grandes compradores de carne y el gobierno brasileño –bajo la presión de diferentes campañas en defensa del medio ambiente– han tomado medidas duras contra la deforestación para la cría de ganado.
En la actualidad, varios bancos de capital estatal están obligando a los terratenientes a registrar sus propiedades en conformidad con las leyes ambientales, si desen acceder a préstamos de interés reducido. Asimismo, los principales mataderos se han comprometido a establecer controles más estrictos sobre sus fuentes de ganado, para asegurar que no contribuyen a la deforestación o al uso de mano de obra forzada en los ranchos.
FUENTE | es.mongabay.com
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