En conversación con la tercera edición de RadioAnálisis de nuestra emisora, la ex ministra del Medio Ambiente aseguró que no existen planes de mitigación que puedan controlar el impacto que tendrá Hidroaysén. Además hizo un llamado a transparentar la información en relación a la matriz energética y comentó que de estar funcionando a cabalidad la nueva institucionalidad ambiental esta polémica iniciativa no se habría aprobado. LEER MAS...
La polémica aprobación del megaproyecto Hidroaysén continúa dando de qué hablar. Y es que en medio de las multitudinarias protestas ciudadanas, en el ámbito político se ha optado por enrostrar, entre las distintas administraciones, su responsabilidad en el visto bueno a esta iniciativa energética.
Es por eso que en conversación con la tercera edición de RadioAnálisis de nuestra emisora, la ex ministra del Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte advirtió la necesidad de despejar los mitos que existen tanto en torno a este proyecto como en materia energética, subrayando que ha existido “mucha falacia y desinformación intencionada” en estos ámbitos.
La actual académica del Centro de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile aseguró que si la nueva institucionalidad estuviera plenamente vigente, Hidroaysén no se habría aprobado y precisó que todo el proceso de evaluación se realizó bajo los estándares del sistema antiguo.
Uriarte indicó que la legislación “está a medias” y que es labor del Ejecutivo hacer las gestiones necesarias para que los proyectos avancen en el Congreso, negociando y poniendo las urgencias correspondientes.
“Se creó el ministerio y se montó el Servicio de Evaluación Ambiental, pero sin directores nombrados por la Alta Dirección Pública. Se dio paso la Superintendencia y no puede fiscalizar porque no hay tribunales medio ambientales. Junto a todo ello había que dictar 17 reglamentos para que todo esto se montara. No tenemos ninguno. El reglamento del SEIA, que es lo que evaluó a Hidroaysén, se va a someter a consulta pública las próximas semanas. No hay confundir esta gran reforma con la evaluación de Hidroaysén, que está hecha íntegramente en el escenario antiguo”, dijo.
La ex secretaria de Estado recordó que la instalación de Hidroaysén supone la construcción de enormes murallas para las represas, que en algunos casos superarían los 170 metros de altura, además de la inundación de 6 mil hectáreas. Es por eso que afirmó que ningún plan de mitigación podría detener el impacto de este megaproyecto.
“Si mañana tenemos la posibilidad de hacer otra matriz energética sin megaproyectos hidroeléctricos ya no tenemos cómo deshacer Hidroaysén. Esta es una de las situaciones que no tiene vuelta atrás. Nunca vamos a ver los ríos como los conocemos hoy porque se va a alterar completamente la dinámica. Ambientalmente hablando genera impactos que no son posibles de compensar ni mitigar”, manifestó la abogada.
Respecto de la composición de matriz energética en nuestro país, la ex ministra del Medio Ambiente, enfatizó que existen opciones diferentes a las megacentrales y que toda la energía generada por esta polémica iniciativa puede ser reemplazada. En esa línea, precisó que Hidroaysén pretende generar 2750 megawatts – parecido a la termoeléctrica Castilla – y que si se considera el potencial generador de las pequeñas y medianas centrales de paso se podrían llegar a 10 mil megawatts, por lo que sólo se necesitarían un par de proyectos de Energías Renovables no Convencionales para suplir todo lo que va a generar Hidroaysén.
Uriarte hizo un llamado además a terminar con los mitos en torno a las energías limpias, ya que han demostrado gran competitividad en los distintos mercados mundiales.
“Hoy sus tecnologías no cuestan lo que costaban hace diez años y sus niveles de eficiencia son mucho más altos. A ellos les sucede lo mismo que a los computadores, avances donde la obsolescencia es muy alta y los precios van bajando. Esta estigmatización con el sello de la ineficiencia es falsa”, sostuvo.
La ex ministra aseguró que el problema es que los cambios que se podrían implementar en la matriz energética chocan con los intereses de las actuales empresas generadoras que, según ella, “están contadas con los dedos de la mano”, lo que facilita la concentración de la industria.
En ese sentido, Uriarte cuestionó el anuncio del Ejecutivo que encarga a un comité de expertos normar la construcción de megalíneas de conexión y la creación de un sistema de transmisión de energía unificado nacional. “Todo eso podría ser maravilloso si no estuviéramos en el contexto actual. El siguiente paso que necesita Hidroaysén es la línea de transmisión y esto es terminar de hacerles la pega. Hoy la construcción de la megalínea tiene nombre y apellido y es Hidroaysén”.
Si bien Uriarte reconoció que una línea de transmisión nacional también beneficiaría a las empresas que trabajan con energías renovables no convencionales, afirmó que transparentando la ubicación de las subestaciones que existen en el país y habilitando los puntos de conexión, se podría transportar este tipo de energía a un costo razonable.
Uriarte hizo un llamado además a transparentar los costos de las externalidades que producen los proyectos contaminantes como los tratamientos en salud y la relocalización de comunidades, entre otros. Un precio que no habría que pagar al implementar las energías limpias.
Termoeléctricas a gas
Termoeléctricas a gas
La ex ministra del Medio Ambiente además rechazó las palabras del Presidente Sebastián Piñera en su discurso del 21 de mayo, cuando comentó que durante la Concertación se habían aprobado 106 termoeléctricas contaminantes.
Uriarte indicó que estos proyectos estaban destinados a trabajar originalmente con gas, que no emite polución, y que después de la crisis con Argentina debieron optar por el carbón. En ese sentido, recordó que se hizo un llamado a los empresarios a retomar el gas con la llegada de nuevos insumos a Quinteros y concluyó que “en política país es importante lo que uno hace y los contextos”.
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