Está bien, en las redes sociales se critica que ahora todos se creen ambientalistas o que todos se mueven cuando ya es demasiado tarde, es verdad, pero realmente la mayoría de las personas tiene bocas que alimentar y no tiene tiempo para esto. LEER MAS...
De cualquier modo, hoy no estoy escribiendo con otro fin que no sea el de informar un poco más, ya que todos decimos que las represas no son necesarias, porque en algunos periódicos está impreso. Muchos decimos que no se necesitan porque un estudio de la Universidad de Juan Pérez lo demostró así, sin embargo, no hay un numero significativo de personas que sepan los números y puedan demostrar con argumentos sólidos que este proyecto no es necesario.Realmente no sé por dónde comenzar, pues existen tantas objeciones que se hace difícil elegir una, cada vez que lo pienso la aprobación me parece más ridícula, un chiste de muy mal gusto.
En primer lugar hay que mencionar que en Chile existen cuatro sistemas de transmisión de energía: SIC, SING, AYSEN y Magallanes. De estos cuatro, el primero (Sistema Interconectado Central) es el que tiene mayor flujo de electricidad superando aproximadamente por el cuádruple al SIGN (Sistema Interconectado del Norte Grande), que es el segundo con más transmisión de energía. Las cinco plantas hidroeléctricas que el proyecto contempla -2 en el rio Baker y 3 en el rio Pascua- tendrán una potencia total de 2.750 MW, que serán inyectadas directamente al SIC. He aquí el primer problema, para poder hacer esto habrá que modificar el sistema de transmisión de energía de tal manera que el SIC dependa en un 20% de las hidroeléctricas de Aysén.
¿Energía chilena?, puras mentiras. Si el proyecto se lleva a cabo, las empresas Colbún S.A. y ENDESA tomarán el control de aproximadamente un 80% de todo el SIC, monopolizando aún más la energía eléctrica del país, cosa que estas mismas empresas ya hicieron con el agua de Chile. ¿A esto se le llama energía chilena?. Además, cabe destacar que más del 80% del potencial energético del SIC y del SING está destinado a cubrir la demanda de las mineras que están explotando nuestro país, y que todos sabemos que son en su mayoría (si existe alguna nacional no la conozco honestamente) de propiedad de inversionistas extranjeros. Repito, ¿A esto se le llama energía chilena?.
Analicemos un poco más profundamente los datos extraídos en su totalidad de los archivos de la CNE (Comisión Nacional de Energía), que además está controlada por el Gobierno de Chile:
En primer lugar hay que saber qué es un megavatio (MW); se utiliza para medir la generación o el consumo de energía, 1 MW es lo mismo que la generación o el consumo de 1 Joule por segundo. Según esta comisión, en diciembre del año 2010 la potencia total instalada en Chile alcanza los 16.016 MW, es decir se podían generar 57.657.600 Joules por hora. De esta cantidad, hoy en día se está demandando un poco más de la mitad según estudios de la misma CNE. Si, sorprendente, ya que muchos pueden pensar que la energía escasea en el país y no es así, sin embargo, esto es por la constante inauguración de nuevas centrales eléctricas año tras año.
Ahora, entrando a lo que hace completamente ridículo este proyecto, es que menciono un estudio elaborado por especialistas de la Universidad de Chile y Universidad Federico Santa María llamado “Aporte potencial de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) y Eficiencia Energética a la matriz eléctrica del SIC, 2008-2025”.
Este estudio concluyó que existen más de 190.000 MW de potencia bruta de energías renovables no convencionales (si, leyó bien, 190.000 MW). Esta cantidad de potencia proviene de fuentes como la energía eólica, mareomotriz, geotérmica, de biomasa y solar, pero hoy en día sólo son viables económicamente 6.000 de estos 190.000 MW, aunque de aquí a una década más, esta cifra aumentará naturalmente, y si nos ponemos a pensar, los 2.750 MW que entregaría “HidroAysén” sumados a la destrucción parcial de reservas naturales nacionales (quién sabe cuándo afectará realmente), es mucho menos conveniente que más de 6.000 MW generados con energía limpia y renovable.
¿Mencioné que este estudio está respaldado por la CNE y el mismísimo gobierno?, es como para ponerse a pensar un poco más en lo poco informados que nos tienen.
“A nosotros no nos interesa que el medio ambiente se dañe, queremos que las empresas cumplan con lo que prometen cuando desarrollan sus proyectos” (María Ignacia Benítez, Ministra de Medio Ambiente, febrero del 2011).
Las plantas hidroeléctricas no están previstas para antes de fines de esta década, entonces creo que la decisión se ha tomado un poco apresuradamente, queda bastante tiempo como para pensar y para que nuestro gobierno se dé cuenta que no somos estúpidos. Es por todo lo anterior, que al leer uno de los eslóganes del gobierno en la página del CNE -“Gobierno transparente”- me afloran todos esos aborrecedores sentimientos que mencioné al comienzo de esta columna.
Me gustaría finalizar con una cita que no tiene más que un par de días desde que fue dicha:
“A veces los gobiernos tienen que tomar decisiones difíciles…” (Sebastián Piñera, presidente de la república”.
Lo anterior, refiriéndose a la construcción de la planta, la que ya es un enemigo común que tiene la mayoría de la población de nuestro hermoso país. ¿A alguien más le parece una decisión difícil de tomar sabiendo todo esto?.
FUENTE: http://politicarock.cl/
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