Proyecto usa débil marco legal para proteger patrimonio arquitectónico.
La imagen de Castro coronada por una desproporcionada construcción como telón de fondo y que prontamente se convertirá en un mall, es la nueva postal y la primera vista con que chocan los visitantes de la emblemática ciudad. También será el nuevo escenario al que los habitantes deberán acostumbrarse.
El proyecto, impulsado por la constructora Pasmar —que también ha estado detrás de los proyectos Mall Paseo del Mar y Torres Costanera en Puerto Montt— ha sido duramente criticado en las redes sociales donde empezaron a circular fotografías. LEER MAS...
En Castro las críticas también han calado hondo. Entre los más férreos detractores al mall “Paseo Chiloé”, que se inauguraría en noviembre de este año, se encuentra el destacado arquitecto Edward Rojas, que entre otros proyectos, fue responsable de la restauración de cuatro de las 12 iglesias de la isla declaradas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad y realizador de la arquitectura del parque Tantauco de Chiloé para la Fundación Futuro, que considera el Plan Maestro para la Refundación de la Caleta INIO.Rojas asegura que: “la ciudad está siendo absolutamente impactada. Desde el punto de vista urbanístico, lo que significa la construcción de este mega edificio en el casco histórico, que por sus dimensiones y altura se ha convertido en una construcción que minimiza la condición patrimonial de la ciudad, de la Iglesia y la tradición arquitectónica de Chiloé, donde siempre la iglesia han sido el edificio más importante de los poblado”.
El alcalde señala que: “no podemos impedir inversión de privados si cumplen con los requisitos. Pero tienen que encuadrarse dentro de eso”, lo que, según explica, no ha sucedido.
Rojas, que junto a su colega Eugenio Ortúzar realizaron unadeclaración pública criticando la instalación del polémico centro comercial, señala que más allá de las desproporcionadas dimensiones del proyecto, este no será construido bajo ningún estándar armónico con el entorno. “No tiene nada que ver con la ciudad. Es un edificio internacional, un clásico mall que no tiene nada que ver con el patrimonio, la arquitectura, la madera y con lo que ha sido el gran soporte urbanístico cultural. Es como un platillo volador, un misil que le cayó a la ciudad. Este no es un mall es un mal para la ciudad”.
Más allá de lo estético y cultural también se prevén problemas viales, lo que según el arquitecto provocará un impacto de proporciones que afectará la calidad de vida de la ciudad. El alcalde de Castro, Nelson Águila, coincide con esta evaluación y asegura que “tememos que esto aumentará el colapso vial”, que ya es un problema. Para el alcalde esto se ha convertido en su propio Costanera Center.
Y señala que: “no podemos impedir inversión de privados si cumplen con los requisitos. Pero tienen que encuadrarse dentro de eso”, lo que, según explica, no ha sucedido.
Por eso el proyecto enfrenta dos infracciones cursadas por la Dirección de Obras Municipales en el Juzgado de Policía Local, además de una solicitud de paralización de obra que está siendo analizada. El motivo, según explica el edil es que “pasaron por encima de la dirección de Obras construyendo más metros cuadrados de los autorizados”.
Molesto, el alcalde detalla que en vez de intentar el diálogo “van a la municipalidad directamente con abogados. Ahí es la discusión: nos hemos sentido pasados a llevar como municipio”.
En todo caso, descarta descontento entre los habitantes y no cree esto afecte el turismo, ya que “la gente va a seguir llegando igual”.
Pese a que este medio intentó comunicarse con la constructora Pasmar no tuvo respuesta.
(Fotos gentileza de Álvaro Vidal)
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